deporte y artritis en invierno

La importancia del deporte en las enfermedades reumáticas, también en invierno

El frío y el invierno no invitan a hacer deporte al aire libre, pero para los pacientes con artritis la actividad física es importante durante todo el año. Hoy recomendamos algunos deportes de invierno, además de señalar los beneficios de la exposición a la luz solar.

La práctica de deporte es beneficiosa para el paciente con artritis por múltiples motivos. En primer lugar, la práctica de ejercicio mejora la salud cardiovascular, contribuye a controlar el peso corporal y mejora la salud ósea. También contribuye a reducir el estrés. Por otro lado, el deporte es un analgésico natural que reduce el dolor y disminuye la rigidez, mejorando el movimiento articular. De igual modo, contribuye a que los tejidos sean más elásticos y fortalece los músculos. El frío y el invierno no deben ser un impedimento para la realización de actividad física.

Beneficios del deporte en las enfermedades reumáticas

La artritis reumatoide, espondiloartritis axial y artritis psoriásica tienen un efecto directo sobre las articulaciones, provocando dolor, hinchazón y rigidez. Para prevenir los daños articulares es fundamental, además de la medicación, hacer ejercicio regularmente. Estos ejercicios deben favorecer la elasticidad y un buen estado musculoesquelético, lo que mejora significativamente la capacidad funcional y facilita la realización de las tareas cotidianas. De este modo, la función cardiorrespiratoria, el equilibrio y la fuerza, son parámetros que mejoran como resultado del ejercicio.

Además, a través de la actividad física se contribuye al control de la inflamación, a la reducción de los daños estructurales y a la mejora física general. En este sentido, los efectos antiinflamatorios del ejercicio se notan, incluso, reduciendo la tasa de hospitalización, como señalan diversas investigaciones.

Ejercicio y salud psicológica

Una característica importante de las enfermedades reumáticas es su impacto sobre la salud psicológica. En este sentido, la prevalencia de depresión, ansiedad y estrés es menor en pacientes que practican deporte de forma regular. El ejercicio promueve la sensación de bienestar, contribuye a disminuir el dolor y la fatiga y se muestra como un elemento positivo frente a la depresión.

Una de las hipótesis más respaldadas que pueden explicar esta relación es la liberación de endorfinas asociadas al ejercicio. Las conocidas como “beta-endorfinas” (proteínas opioides producidas en el cerebro por la glándula pituitaria y el hipotálamo) en respuesta al ejercicio pueden causar analgesia y provocar la sensación de bienestar.

Deportes de invierno

El deporte recomendable para los pacientes con enfermedades reumáticas depende de cada caso, ya que existen diferencias individuales destacables. En general, lo mejor son las actividades que no añadan una carga excesiva sobre las articulaciones. Es importante promover la fortaleza muscular y ejercitar el corazón (a través de ejercicios aeróbicos como la natación, montar en bici o caminar a buen paso). De igual modo, son importantes las actividades que promuevan la flexibilidad, como el yoga, el taichi, etc.

Y en invierno, qué

El invierno añade una complicación añadida a la práctica de actividades deportivas, especialmente las que se realizan al aire libre. Sin embargo, no debemos desistir. También en la época más fría del año es importante activar nuestros músculos y articulaciones.

Quizás el esquí no sea un deporte recomendable para la mayoría, pero existen otros deportes que podemos realizar en invierno al aire libre.

Caminatas por la nieve. En zonas de nieve, las caminatas con raquetas de nieve son una excelente actividad. Lo ideal es elegir un recorrido plano sin muchas dificultades.

Trineo. Montar en trineo también puede ser una actividad ideal en zona de nevadas. Subir una colina no muy inclinada y dejarse caer por ella es una actividad sumamente divertida que ejercita las articulaciones de piernas y brazos.

Pasear. Si estamos en zonas donde no hay nieve, los paseos por la playa o las caminatas en el bosque son tan interesantes en invierno como en los meses más calurosos. Es importante no olvidar, aunque haga frío, una botella de agua para mantenerse bien hidratado.

Actividades al aire libre

Realizar actividad física es importante, pero también lo es realizar actividades al aire libre. Una de las consecuencias directas de los rayos solares −además de su efecto beneficioso frente al estrés y al estado de ánimo− es la producción de vitamina D en nuestra piel, gracias a los rayos ultravioleta a partir del colesterol. Esta vitamina liposoluble es una de las más carenciales, incluso en un país tan soleado como el nuestro.

En este sentido, los estudios muestran niveles disminuidos de vitamina D en pacientes con artritis reumatoide, así como una asociación entre niveles bajos de vitamina D y una actividad aumentada de la enfermedad reumática.

Beneficios de la actividad física

• Beneficios físicos: la actividad física puede disminuir la actividad de la enfermedad, mejorar la densidad mineral ósea, retrasar la progresión de la enfermedad radiográfica en las articulaciones pequeñas y retrasar el desarrollo de aterosclerosis.

• Beneficios psicológicos: la actividad física mejora la autoestima y disminuye tanto la fatiga como la percepción del dolor.

• Beneficios sociales: un mayor nivel de actividad física se asocia con menos costes de atención médica, particularmente a través de una disminución en los ingresos hospitalarios.