ELLAS CUENTAN MUCHO: SER MADRE CON ENFERMEDAD REUMÁTICA

Hay pocas cosas más motivadoras y estimulantes que hablar con una mujer que ha sido madre porque así lo quiso, sin que la enfermedad y las dificultades pudieran con ese deseo y esa voluntad, sin que el dolor o el miedo la doblegaran. En la fantástica campaña #HoySíPuedo, hemos tenido ocasión de escuchar a mujeres como Irene Escribano. Diagnosticada de psoriasis en la adolescencia y de artritis psoriásica en la juventud, confiesa que lo de los hijos entonces lo veía muy lejos: “Ya llegará, pero lo cierto es que llega”, cuenta. Cuando le comentó a su médico que quería ser madre, le advirtió de que debería estar un año sin tomar la medicación -entonces no había suficiente evidencia científica e información que hicieran compatibles los tratamientos con la concepción, el embarazo y la lactancia- y luego ya intentar quedarse embarazada. “Decides pensártelo porque, aunque tu pareja te apoye, es una decisión muy tuya, ya que las consecuencias serán sobre tu cuerpo y sobre ti, es una decisión que te planteas muy sola”, añade.

Afortunadamente, para Irene todo fue bien y la maternidad “ha sido una experiencia espectacular, aunque no todo sea maravilloso”.

La historia de Laura es distinta a la de Irene, aunque comparten muchos puntos de vista. Laura, de 37 años, tuvo una hija a los 23, y fue después cuando se le diagnosticó poliartritis. Laura es enfermera de Reumatología y reconoce que, en el segundo embarazo, cuando ya estaba en tratamiento, la clave fue la planificación: “Siempre les digo que en la vida lo más razonable no es tener los niños a lo loco, es una decisión muy importante siempre, pero en el caso de una enfermedad reumática, tiene que ser algo muy calculado”. Para ella, la maternidad es una opción, maravillosa pero una opción: “no tienes que supeditar tu vida a ser madre o a no serlo, y si decides serlo, una enfermedad reumática no es impedimento”.

Como enfermera de Reumatología, Laura asegura que “siempre pregunto a las pacientes si quieren tener hijos, sea cual sea su edad”. El motivo es simple: quizá una paciente no nos dice nada, pero en la sala de espera a lo mejor se lo ha contado a otra paciente, que puede ser una señora de 60 años a la que en su momento le dimos la información, y eso hace que la información llegue a quien la necesita.

De esa misma opinión es Marta, que tiene 39 años y espondilitis anquilosante. Acababa de dar a luz a su primer hijo: “Estábamos en un restaurante y de repente no me pude levantar de la silla”, recuerda. Tras un largo periplo de especialista en especialista, desde neurólogos hasta traumatólogos, a alguien se le encendió la bombilla: dolor de espalda de origen no mecánico, peor al levantarse y que mejora durante la jornada… al reumatólogo, que tardó muy poco en hacer un diagnóstico de espondilitis anquilosante: “Creo que es importante que haya un mayor conocimiento por parte de todos los médicos para derivar rápidamente este tipo de enfermedades, porque cuanto antes lo coges, antes frenas el avance de la enfermedad”. Para Marta, que tuvo un post parto muy duro por aquel primer brote, la mejoría vino de la mano de las terapias biológicas. “Es fundamental hablar con tu reumatólogo y decirle si quieres tener un bebé”, explica, “para que un equipo multidisciplinar te diga cuál es el itinerario y el plan de tratamiento a seguir para quedarte embarazada, porque hoy en día con un buen seguimiento, las mujeres con enfermedades reumáticas podemos llevar adelante un embarazo sin problema”.

Marta, Laura e Irene coinciden en que ser madre con una enfermedad reumática no es fácil “pero en el momento que ves su cara o piensas en tus hijos se te quitan todos los males”. “Todo se ve infinitamente compensado, no hay nada igual. Incluso teniendo un mal embarazo, compensa”, añade Marta. Para Irene, ser madre “es una experiencia espectacular y aunque no todo sea maravilloso, me ha compensado con creces”. Nadie dijo que ser madre fuera fácil, pero afortunadamente, para aquellas mujeres con enfermedades que lo complican todo un poco más, las cosas están cambiando.