Si tienes artritis reumatoide habrás detectado que el tipo de alimentación que llevas influye en la evolución de la enfermedad. Aparte de la genética, también juegan un papel fundamental los hábitos y el estilo de vida que llevamos. En concreto, en este post comentamos los estudios que se han hecho en relación con la artritis y determinados tipos de alimentación.
Los expertos recomiendan a las personas con artritis reumatoide que sigan un tratamiento nutricional elaborado por un dietista-nutricionista. De hecho, una dieta saludable complementa los tratamientos farmacológicos y ayuda a reducir la inflamación.
Principales dietas alternativas
Las dietas alternativas son aquellas que prescinden de ciertos alimentos o grupos de alimentos. Las más conocidas son las vegetarianas, si bien existen varias modalidades:
- Estrictamente vegetarianas o veganas: eliminan por completo el consumo de alimentos de origen animal.
- Dietas ovolactovegetarianas: evitan por completo la ingesta de carne y pescado, pero consumen derivados de ellos como huevos, lácteos y miel.
- Dietas semivegetarianas/pseudovegetarianas o flexitarianas: eliminan de manera habitual el consumo de carne y/o pescado, pero sí pueden consumirlo de manera esporádica (1-2 veces/semana). no se consideran vegetarianas.
- Alimentación crudívora: solo acepta alimentos crudos, pues defienden que las cocciones alteran el valor nutritivo de los alimentos. Este tipo de alimentación presenta deficiencias nutricionales, según los expertos.
Dieta vegana: menos dolor e inflamación
Una de las dietas alternativas más conocidas es la vegana, basada en el consumo de alimentos vegetales. Sabemos que los vegetales nos aportan una serie de elementos que pueden aliviar los síntomas de dolor asociados a la artritis reumatoide. Recordemos que se trata de un trastorno inflamatorio crónico de origen autoinmunitario que suele presentarse en la edad adulta y avanzada, en los países desarrollados.
Un estudio publicado en la revista Frontiers in Nutrition ha apuntado que la dieta vegetal contribuye a mejorar la evolución de la artritis reumatoide. Los investigadores han revisado cerca de 100 estudios publicados en revistas científicas. Su objetivo ha sido conocer si existe alguna relación entre la alimentación vegana y la artritis reumatoide.
Según las conclusiones de esta investigación, las dietas basadas en vegetales reducen el dolor y la inflamación de la artritis reumatoide. Las conclusiones han apuntado que los factores genéticos son relevantes en la aparición y evolución de la artritis reumatoide, pero también influyen diversos factores del estilo de vida. En concreto, unos malos hábitos alimentarios podrían agravar el dolor provocado por la inflamación.
La dieta vegetal podría reducir la inflamación
Un ensayo clínico investigó los efectos de una dieta vegana en personas con artritis tanto moderada como severa. A las cuatro semanas de mantener una dieta baja en grasas y alta en fibra, estos pacientes sintieron mejoras significativas:
- Menos rigidez matutina.
- Disminución del dolor en las articulaciones.
- Disminución de la sensibilidad e inflamación de articulaciones.
Reducción del IMC
La pérdida de peso que suele acompañar a las dietas veganas también ha sido otro de los beneficios asociados a este tipo de alimentación. Los estudios han apuntado que un índice de masa corporal (IMC) alto puede suponer un incremento del riesgo de desarrollar artritis reumatoide. Además, la dieta basada en vegetales mejora la evolución de la enfermedad cuando ya han aparecido los primeros síntomas.
De forma colateral, la dieta vegana también puede ser especialmente recomendable para aquellos pacientes que sufran una alteración en la articulación de la mandíbula que limita la apertura de la boca para comer.
Bacterias intestinales saludables
Igualmente, las dietas veganas promueven bacterias intestinales saludables, según han indicado diversos estudios, por lo que podrían favorecer al microbioma que desempeña un papel relevante en la artritis reumatoide. Una alimentación basada en frutas, verduras, granos y legumbres altera la composición de las bacterias intestinales y aumenta la diversidad bacteriana, que a menudo está alterada en personas con artritis reumatoide.
Dieta mediterránea
La Sociedad Española de Reumatología ha defendido en diferentes ocasiones la dieta mediterránea, que se basa fundamentalmente en el aceite de oliva y los alimentos de origen vegetal. También incluye cereales, productos lácteos, carne fresca, huevos o pescado. Los reumatólogos han explicado que este patrón alimentario cubre todos los requisitos de micronutrientes, vitaminas y minerales.
Entre otros beneficios conocidos y demostrados, la dieta mediterránea reduce los riesgos de sufrir una enfermedad cardiovascular y otras patologías crónicas. En cuanto a las enfermedades reumáticas, todavía no hay estudios concluyentes, pero algunos sí indican que podría tener cierto efecto protector ante patologías como el lupus eritematoso sistémico y la artritis reumatoide.