enfermedades reumáticas

Bulos y fake news sobre enfermedades reumáticas

En ocasiones, estos bulos o fake news se extienden rápidamente y son capaces de convencer a muchas personas. En el mejor de los casos, esto solo supondrá una pérdida de tiempo o de dinero para sus destinatarios, pero en algunos casos puede suponer graves perjuicios para la salud.

En el caso de las enfermedades reumáticas, también se pueden encontrar noticias falsas y bulos, principalmente sobre supuestos remedios y terapias de diversa naturaleza. Para identificar muchos de ellos, es suficiente con tener presente que las enfermedades reumáticas son afecciones crónicas, es decir, en la actualidad no existe un tratamiento que pueda curarlas. En cualquier caso, se puede encontrar todo un abanico de informaciones que van desde el escaso rigor hasta la falsedad premeditada y con un fin bien definido. No olvidemos que se trata de un tipo de enfermedades que afectan a un número importante de personas.

Muchos de estos bulos se centran en el dolor, ya que se trata de un síntoma que está presente en todas las enfermedades reumáticas y en muchas otras afecciones, por lo que se convierte en un objetivo recurrente para los “remedios milagrosos”. Para aliviar el dolor y la inflamación se ofrecen suplementos, extractos de plantas, alimentos-milagro y diversas terapias. Sin embargo, ninguno ofrece evidencias sobre su efectividad y su seguridad.

Entre estos remedios para el dolor encontramos plantas aromáticas como el romero y la cola de caballo, especias como la cúrcuma, raíces como el jengibre o semillas como la linaza. No es que no sean recomendables ni ofrezcan nutrientes ni sustancias beneficiosas −y, en algunos casos, sustancias antiinflamatorias naturales− pero es difícil controlar la dosis de estos principios activos y mucho más difícil tolerar en ocasiones la forma propuesta de ingerirlos. Por ejemplo, triturar tres dientes de ajo, junto con un limón, añadir miel y agua e ingerir. Y, en todo caso, estas plantas o alimentos pueden servir como ayuda o complemento, pero nunca pueden sustituir al tratamiento prescrito por el médico.

Bulos y fake news en internet sobre enfermedades reumáticas

Más allá de los numerosos mitos sobre las enfermedades reumáticas, existen informaciones sobre terapias curativas específicas que se pueden calificar como bulos o noticias falsas. O, como mínimo, poco rigurosas. Desde Artritis Hoy te mostramos algunos ejemplos extraídos de internet:

  • “Ajo para curar la artritis reumatoide”.
  • “Dieta libre de almidón para la espondiloartritis”.
  • “Remedio chino para la artritis, más efectivo que el fármaco tradicional”.
  • “Esta receta milagrosa curará su espalda, dolor en articulaciones y piernas en tan sólo 7 días!”.
  • “FLEXUMGEL ¡ELIMINA COMPLETAMENTE EL DOLOR DE ARTICULACIONES!”.
  • “Repollo para las articulaciones doloridas.”
  • “Aceite de serpiente: útil remedio para la inflamación y el dolor en casos de artritis reumatoide”.
  • “Extracto Pseudomyrmex Triplarinus, la hormiga del Palo Santo, para tratar el dolor”.
  • “Friegas de vinagre de manzana o pimienta para los dolores articulares y musculares”.

Otros remedios propuestos para aliviar el dolor y la inflamación en las enfermedades crónicas incluyen el veneno de abeja y las infusiones de miel y canela, entre un largo etcétera.

Cómo identificar un bulo

Existen ciertas señales indicativas de que el tratamiento o la técnica curativa son falsos o su efectividad no está demostrada. De este modo, se debe desconfiar cuando:

  • El tratamiento promete la curación, máxime cuando se recurre a la utilización de expresiones como “curaciones milagrosas”, “nuevo descubrimiento”, etc.
  • La noticia hace referencia a “algo” que “alguien” no quiere que se sepa.
  • Se utiliza jerga falsamente científica, como cuando se habla de “purificación”, “detoxificación” o “vigorizante”.
  • El texto está mal redactado, incluye errores gramaticales y presenta la información de forma desestructurada o caótica.
  • Todo esto no excluye las noticias que van acompañadas de fotos o vídeos. Estos pueden ser igualmente falsos.

Finalmente, siempre es importante contrastar de dónde proviene la información y quién la promueve o la firma.