deporte y artritis

HABLAMOS CON EL FISIO: DESCUBRE CUÁNDO ACUDIR A SU CONSULTA Y CÓMO PUEDE AYUDARTE

En el tratamiento de las enfermedades reumáticas, cada vez es más importante el abordaje multidisciplinar. En ese abordaje, el papel del tratamiento no farmacológico ha cobrado importancia de la mano de, entre otros, fisioterapeutas especializados en este tipo de patologías.

Hemos entrevistado a Luis Jesús Molina Trigueros, fisioterapeuta y supervisor de la Unidad de Fisioterapia en Hospital Universitario de Fuenlabrada (Madrid).

-       Luis, en primer lugar, nos gustaría saber cuándo debemos acudir a consulta con un fisioterapeuta.

-       Pues siempre que se tengan dudas en cuestiones relacionadas con el ejercicio, en las fases iniciales cuando no hay mucho dolor ni discapacidad. Solemos aprovechar para pautar ejercicio físico adaptado al paciente para prevenir deformidades y recaídas. Si ya hay dolor y discapacidad, hay que reevaluar, pero siempre hay ejercicios que pueden hacerse y mejorar. Depende de las articulaciones afectadas y del estadio en que se encuentre la enfermedad.

-       ¿Qué tipo de ejercicio es apto para cualquier persona con enfermedad reumática?

-       Cualquier ejercicio aeróbico de 30 minutos al día, cinco días a la semana, podría ser un canon estándar: es recomendable, analgésico, y por las últimas evidencias, parece ser que también es antiinflamatorio. Es algo que hay que interiorizar como parte del tratamiento. Dentro de eso, saber cuál es el mejor ejercicio depende de cada paciente. Una de las cuestiones importantes para la elección del ejercicio es que le guste al paciente practicarlo. La motivación es importante para garantizar la adherencia al tratamiento. Enviar a natación a una persona que tenga fobia al agua o indicarle una caminata diaria a quien tenga problemas de cadera no es lo más recomendable. Hay que ver a cada paciente y sus circunstancias. Tratamos personas, no patologías.

-       ¿Qué otros factores son importantes para que el paciente integre el ejercicio en sus rutinas?

-       Es importante que el ejercicio no provoque dolor y que motive para que tenga los beneficios que se esperan. A veces actuamos comerciales para “venderle” al paciente el tratamiento adecuado en el momento adecuado. Hay que ser un poco coach para que se enfoquen en qué pueden hacer, no en qué no pueden hacer. Porque la actitud positiva es muy importante y también ayuda.

-       Dinos un ejercicio sencillo para personas con espondilitis o espondiloartritis.

-       Hay un ejercicio que consiste en poner la espalda en la pared e intentar pegar toda la columna en ella, estirándola lo más posible e intentando crecer sin despegar la espalda de la pared y soltando todo el aire. Siempre sin que haya dolor ni durante el ejercicio ni después. Es importante el asesoramiento personalizado.

-       ¿Y para la artritis reumatoide y la psoriásica?

-       Estas otras dos patologías son más complejas y depende de qué articulaciones estén afectadas. Todo depende de la fase y el momento de la enfermedad en que se encuentre cada persona. Durante los brotes o fases agudas inflamatorias de la enfermedad, se recomienda mover la articulación en rangos no dolorosos. Adoptar posturas de reposo que no favorezcan deformidades más incapacitantes, que son las deformidades en flexión en general. Y fuera de los brotes, depende del grado de discapacidad. No debemos ir al límite de una articulación afectada. Un ejercicio recomendable para evitar el flexo de cadera y activar la musculatura glútea, fuera de la fase aguda y siempre que no genere dolor, puede ser el ejercicio de extensión de cadera en una escalera.También son buenos los ejercicios de fortalecimiento que mejoren la funcionalidad. Pero ejercicio aeróbico siempre, que es el que tiene mejores resultados en el bienestar de los pacientes. Solemos recomendar deportes que favorezcan una buena postura y estiramiento de la columna, como esquí de fondo, badmington, tenis, marcha nórdica, taichí, pilates, yoga, acuaerobic, mantenimiento en gimnasio sin mucha carga, senderismo, etc.

-       ¿Cómo afecta el deporte a nivel psicológico?

-       Al hacer deporte, se activan vías endógenas que nos generan bienestar. Y por eso es bueno y previene muchas cosas. El ejercicio se está introduciendo ya incluso en pacientes en UCI por los beneficios que genera, y en dolor crónico por supuesto.

-       Cuando hablas de ejercicio aeróbico, entendemos que es aquel que tiene una duración superior a 30 minutos diarios, pero ¿a qué ritmo?

-       Para que se considere aeróbico y sea un ejercicio plenamente beneficioso, tiene que costar, nos debe fatigar. No de forma excesiva, pero nos debe costar hacer cosas como mantener un diálogo. Todo esto a título muy general, y siempre que el paciente esté debidamente asesorado por especialistas sanitarios y no genere dolor. También, siempre que se pueda, practicarlo en grupo porque mejora la adherencia al tratamiento.
 

-       ¿Cuáles son los principales retos que afrontáis en la consulta con los pacientes de enfermedades reumáticas?

-       El primero suele ser convencer al paciente de que el ejercicio es parte fundamental del tratamiento, esa es la clave. Alguien que ha hecho ejercicio antes de la enfermedad no suele tener problemas de adherencia, pero una persona con una vida anterior sedentaria sí los tiene. Tengamos también en cuenta que la artritis puede afectar a tu estado de ánimo, y hay que hacer un esfuerzo grande para empatizar y estimular a los pacientes para que vuelvan a la senda de lo que pueden hacer para estar lo mejor posible.

-       ¿Qué papel tendrán en los próximos años la fisioterapia y su papel en la promoción del deporte en los pacientes?

-       Por distintos motivos, cada vez hay más dolor crónico. Y ahí el paciente tiene que convertirse en agente activo, no basta con aplicar un tratamiento farmacológico. Entender que el ejercicio es tan tratamiento como el fármaco es muy importante. Lograr que los pacientes interioricen eso es difícil pero una vez que se consigue, es más fácil lograr la adherencia al tratamiento. Convencer de esto y de la necesidad de que el paciente aprenda a autogestionarse también es nuestra labor.